lunes, 27 de febrero de 2012

MAS CONSEJOS

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“Mi hermana mas chica siempre está en problemas”


fotoAntes que correr a contarles a tus viejos, hablá con tu hermana. Y no lo hagas en tonillo acusador. Mostrale que estás ahí casi en calidad de amiga, preocupada e interesada en ayudar. Cuando menos moralista te muestres, más confianza tendrá ella para explicar los motivos de su “mal comportamiento”. Garantizale que la charla quedará entre ustedes dos. “De todos modos, la complicidad debe guardar relación con el tipo de situación que atraviesa tu hermana y con la clase de familia de la que provengas. Si se trata de un tema serio, como una pareja golpeadora o un problema de drogas, es importante contar con el amparo y la responsabilidad de tus padres”, recomienda Garau.

“Mi mamá se quedó sin trabajo”
Es cierto que tu vida familiar va a cambiar un poco, pero no representa el fin del mundo. La mejor forma de superar la situación es no dejar que la apatía y la tristeza se instalen. Informale sobre las deudas que tiene tu mamá. “Si bien no existe una fórmula para paliar este problema hay maneras de capear el temporal. Si vos sí tenés trabajo (y un mínimo excedente de dinero), ofrécete para ayudarla económicamente”, aconseja Garau. No te asombres si ella se niega, porque es difícil para una madre aceptar la ayuda económica de un hijo. En ese caso, estate atenta a lo que pueda faltar en tu casa y hacelo aparecer, sin dejar rastros de que fuiste vos.

“Mi mejor amiga me traicionó”
¿Reveló algo que le habías pedido que mantuviera en secreto? ¿Te robó a tu novio? Son traiciones distintas y, como tales, merecen actitudes diferentes. Si sabés que contó una intimidad tuya, encarala directamente y preguntale por qué lo hizo. De ese modo vas a ver si merece ser perdonada o si el lazo que te unía a ella se rompió definitivamente. Si descubriste que le tiró onda a tu novio (o peor, que se lo curtió) lo único que podés hacer es borrar de tu vida a los dos cuanto antes. “En general, cuando un novio y una mejor amiga terminan relacionándose, no sucede de la noche a la mañana, sino que hay indicios que quizá fueron desoídos. Más que detenerte en reproches o desplantes deberías preguntarte cómo y por qué no percibiste nada antes”, dice Garau. En cualquier caso, que te quede claro: por más que la situación te duela, ni tu (ex) novio ni tu (ex) amiga merecen un segundo más de tu tiempo.
“Somos socias pero nos llevamos mal”
Que sean amigas no significa que puedan compartir  proyectos laborales. “Ser agradables y llevarse bien no es suficiente. Hay que honrar la palabra, ser transparente y genuino, y saber poner límites. Este último ítem suele ser difícil en las relaciones de amistad que se llevan al trabajo”, explica Andrade. Ante un conflicto, lo primero que tienen que hacer es conversar: de los objetivos que tenían al inicio, de lo que no está funcionando y de las soluciones posibles. Eviten las acusaciones, aunque mueras de ganas de decirle a tu amiga que estás harta de hacer todo sola. Si no encuentran una solución fácil, lo mejor es concentrar los esfuerzos en una disolución rápida (pero cumpliendo todos los requisitos legales) de la sociedad. Una ruptura en el corto plazo puede permitirles retomar la amistad más tarde, cuando todo esté más tranquilo.

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