En los últimos años, las compañías de tecnología vienen compitiendo por conquistar la vanguardia del diseño de la nueva generación de artefactos eléctricos conocidos como “inteligentes”. Se trata de enseres domésticos y aparatos eléctricos preparados para conectarse entre ellos y para “entender” órdenes verbales humanas. El objetivo de las empresas que vienen desarrollando este tipo de modelos es facilitar al usuario el manejo de electrodomésticos, de modo de poder destinar mejor el tiempo que no desperdicia en utilizar los aparatos.
Paradójicamente, estos suelen hacerse mas complejos con cada versión que los supera en cantidad de funciones; basta, si no, intentar comprender a simple vista el uso de un minicomponente de ultima generación: una parafernalia de botones y manivelas iluminadas, que responden al roce del dedo y tienen hasta 10 funciones diferentes según se las apriete con mayor o menor intensidad, o se la gire para un lado o el otro, etcétera; todo alrededor de una pantalla en donde luces de todos colores arman un mosaico de tal confusión, que quien tenia el inocente deseo de escuchar un compact, prefiere quedarse con las ganas antes de tener que hacer un curso de piloto de Boeing 777.
La cosa es hablarles
Hasta el momento, ya se había instalado en el mercado tecnológico el concepto de casas inteligentes, sistema por el cual es posible controlar el encendido y apagado automático –programación mediante- del equipamiento electrónico, la temperatura ambiental, la iluminación, el agua, etc. Pero en miras de ofrecer un mayor confort, la tecnología sigue avanzando desarrollando una nueva generación de maquinas “pensantes”, que convierten a las tareas domesticas en trabajos mas simples de realizar.
Así es como, según estudios, los sistemas de reconocimiento de voz humana de los aparatos domésticos –cuyo desarrollo avanza rápidamente- comenzara a popularizarse en los próximos años. Hasta hace un tiempo, el principal obstáculo era de índole económico, pero en la actualidad, a partir de la reducción de los precios de las nuevas tecnologías (de los chips, por ejemplo), será más fácil generar la expansión de este mercado.
Las maquinas del futuro
Si bien se prevé que algunos de los modelos ideados por los fabricantes no pasaran de ser interesantes experimentos que no llegaran nunca al mercado consumidor, hay otros que ya se ofrecen al publico de países como Estados Unidos y Japón.
En la actualidad, existen ya teléfonos celulares preparados para reconocer voces; así es que solo es necesario mencionar el nombre de la persona a la que se quiere llamar para que el aparato se comunique. La misma empresa que diseño este prototipo acordó recientemente crear programas de reconocimiento de voz para televisores, aparatos de audio y electrodomésticos.
También es posible conseguir televisores que “entiendan” lo que desean sus dueños ya que con solo decirles el canal, lo sintonizan automáticamente.
Otro de los ejemplos disponibles es una ciberheladera conectada a la red, por lo cual es posible comprar vía online los alimentos que deban ser repuestos por una simple falta o por vencimiento de los mismos. Algunas de sus funciones ultra novedosas son poder tener una vista previa de los alimentos almacenados en la heladera antes de abrirlos o que el artefacto puede elegir la receta mas adecuada de acuerdo con el contenido allí depositado.
Por otra parte, hay un horno que, a partir del sistema de reconocimiento de voz es capaz de recibir órdenes sobre que debe cocinar e inmediatamente definir tiempo y temperatura de cocción.
De hecho las nuevas PC incluyen la tecnología de reconocimiento de voz humana pudiendo los usuarios manejar la computadora mediante comandos hablados.
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