El invierno entro en la cuenta regresiva. Y con las primeras brisas de adelanto de primavera, la urgencia es recuperar un tono dorado saludable y borrar de un plumazo las ojeras y los signos que dejaron el cansancio y las malas noticias. Aunque a esta altura del año es imposible lograr un bronceado natural, no debemos resignarnos a pasar lo que queda de la temporada “blancos como un papel”.
Una de las estrategias mas efectivas y conocidas para “cambiar la cara” es “internarse” en un solárium artificial.
Los primeros modelos de “sol artificial” se desarrollaron en Estados Unidos a principio de los `70 como un método para tratar algunas patologías, como la psoriasis y el vitíligo. Acá, aparecieron a principios de los `90 y se difundieron en forma vertiginosa. En los 90 llegaron a nuestro país y se convirtieron en un paso obligado en los cuidados de belleza. En seguida, fueron casi “censurados” y “repudiados” por los dermatólogos mas prestigiosos.
La última novedad es que ya no son el “gran enemigo” de la dermatología y el cuidado de la piel- ahora, hay nuevos modelos que resultan mucho más saludables y alejan las posibilidades de efectos adversos. Las lámparas más modernas, que están haciendo furor en Italia y otros países europeos, están avaladas por los organismos internacionales especializados en el tema. Estos nuevos modelos son mucho más suaves y no producen irritaciones ni el arrebatamiento de la piel. Los más fanáticos se animan a asegurar que pueden ser menos perjudiciales que disponerse de cara al sol- además,
tienen diseños mucho más llamativos y confortables.Las camas solares tradicionales no se quedan atrás. En los centros de bronceados más importantes se incluyeron algunas normas y medidas de seguridad. Esto, según los entendidos, reduce –aunque no suprime- el riesgo de desarrollar cáncer de piel y otras enfermedades dermatológicas.
De todos maneras, más allá de las últimas presentaciones los dermatólogos siguen haciendo hincapié en la importancia de la precaución. Hay que tener en cuenta que las camas solares emiten rayos UVA (ultravioletas), que son muy nocivos y penetran profundamente en la piel. Desde ya, no se trata de
“encerrarse” largas horas en una cama solar ni tratar de conseguir de un minuto para el otro un bronceado digno de una estadía en el Caribe. Tampoco, de hacer caso omiso a las reglas básicas del cuidado de la piel. Los médicos especializados en el tema aseguran que deben tenerse en cuenta las mismas precauciones y recaudos que en caso del sol.
Lo más adecuado es consultar a un especialista y armar un plan a medida y personalizado. Uno de los puntos básicos y que no debe olvidarse es que no todos los tipos e piel reaccionan igual ante el contacto con el sol o, en este caso, los rayos artificiales. Por eso, el medico especialista podrá indicarle un programa que le permita obtener el color buscado, sin dañar la piel.
Lo que sigue son las principales características de las nuevas camas solares y los consejos para aprovechar al máximo sus propiedades, sin poner en riesgo la salud.
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